Después de decidir a la edad de cinco años sería un artista, Françoise trazó un curso estrechamente ligada a la evolución del arte moderno en el siglo 20. Françoise Gilot nació en París y se crió en un ambiente que promueve el interés en las artes y las ciencias. Empezó la educación en derechos pero su gran pasión por el arte le llevó a independizarse temprano. A partir de los 21 años, Françoise Gilot se convirtió en uno de los más respetados de la Escuela de París de los artistas emergentes. En 1943, Françoise conoció a Pablo Picasso y comenzó una larga relación de diez años durante el cual será a la vez testigo y participante de la última época del arte moderno de Europa.