El sabor de la colección como fermento de una amistad.

A diferencia de la mayoría de los artistas presentes en la colección, Picasso no respondió nunca a la carta de Level. El propio financiero afirmó que todos los artistas, sin excepción, habían aceptado su parte del beneficio con alegría. El historiador John Richardson contó que, para agradecérselo, Picasso realizó, en marzo de 1914, la composición cubista Botella de Bass, vaso, paquete de tabaco, tarjeta de visita (Fig.17) -hoy en la colección del Museo nacional de arte moderno de París- con una tarjeta de visita de Level de verdad, pegada a la tabla de su bodegón. Esta obra importante no fue nunca donada al coleccionista, sino adquirida por el marchante Kahnweiler. En esa misma época, incluyó efectivamente otra tarjeta de visita, la de una de sus mecenas, Gertrude Stein, en el papel colado Dado, paquete de cigarrillos, tarjeta de visita [Z. II**, 490/Daix 661]. El artista, que está experimentando con técnicas de trabajo y materiales nuevos, encuentra así un medio original de agradar a sus coleccionistas más fieles. No deja de resultar interesante que, desde enero de 1914, Picasso utilizara esa misma tarjeta de visita de André Level para su correspondencia. El 10 de enero, el artista escribía a Guillaume Apollinaire unas líneas para felicitarlo por su santo en el reverso de una tarjeta de visita de Level[i].

 

La relación entre el artista y el financiero se había ido estrechando con los años e incluso se podría hablar de intimidad entre los dos hombres, después de la venta de La Piel del Oso. En 1914, André Level le presenta a su sobrino político, Max Pellequer, banquero que será uno de sus coleccionistas más importantes y su asesor financiero durante más de treinta años[ii]. Como demuestra la correspondencia entre Level y Apollinaire, y luego entre Level y Max Jacob[iii], el coleccionista visita regularmente el estudio de Picasso entre 1908 y 1922. El 18 de febrero de 1915, Picasso escribe a Apollinaire: «He pasado un día estupendo con Mr Level y hemos hablado mucho de ti»[iv]. El 19 de octubre es Level quien escribe al poeta: «He quedado con Picasso el jueves para ver un Arlequín del que se habla mucho, de un cubismo diferente de los anteriores. Ya compartiré con usted mi impresión, por poco que valga»[v]. Sigue con la misma pasión la evolución del artista. Unos años más tarde, cuando Picasso entra en su época clásica, el artista dibuja a lápiz, al estilo de Ingres, un retrato de André Level y se lo dedica (fig. 1). Este retrato quedará inédito hasta la publicación, en 1976, de la correspondencia entre Level y Apollinaire, obra editada por su sobrina, Brigitte Level, y probablemente fue donado por el artista al coleccionista.

 

[i] Véase Picasso Apollinaire Correspondance, edición de Pierre Caizergues y Hélène Seckel, Gallimard/RMN, París, 1992, p. 110.

[ii] Max Pellequer aparece regularmente como intermediario de transacciones financieras entre Picasso y Berthe Weill hasta 1943. Véase la correspondencia de Berthe Weill con Picasso, Archivos del Museo Picasso, París.

[iii] Correspondance Guillaume Apollinaire – André Level, edición de Brigitte Level, Aux lettres modernes, París, 1976 y Max Jacob, Lettres à André Level, edición de Bernard Duchatelet, Centre d’Étude des Correspondances, Brest, Biblioteca municipal de Quimper, 1994.

[iv] Véase Picasso Apollinaire Correspondance, edición de Pierre Caizergues y Hélène Seckel, Gallimard/RMN, París, 1992, p. 129.

[v] Correspondance Guillaume Apollinaire – André Level, edición de Brigitte Level, Aux lettres modernes, París, 1976, p. 56.