En las investigaciones realizadas sobre Picasso, fue «señalado como anarquista en 1905 cuando vivía en el número 130 del bulevar de Clichy, en casa de un compatriota suyo, también anarquista y vigilado por la Prefectura de policía»[1]. Los documentos del servicio de extranjería de la Prefectura de policía muestran que, ya en 1918, no es fácil residir en un país distinto del propio. Ambroise Vollard y Georges Braque son los referentes de Picasso y dan fe «de su honorabilidad y moralidad, así como de sus buenos sentimientos con respecto a Francia». El artista, «que contrajo matrimonio el 12 de julio de 1918 en París con la citada Khoklova Olga, de origen ruso (en regla)», […] ha cumplido con las prescripciones que regulan la estancia de extranjeros». [2]
La situación política y social de Francia, el clima pernicioso y los repetidos escándalos alimentan un vago sentimiento reivindicativo. La calma social de 1936 –el Frente Popular– no es suficiente para borrar las angustias y los miedos, y además estalla la guerra civil en España, que tendrá repercusiones en las discordias presentes en Francia, aunque la opinión mayoritaria sea pacifista debido a la hecatombe de 1914-1918. La debacle de 1940 demuestra que la Francia de entreguerras no ha superado ni la victoria de 1918, ni el estancamiento político de los años 30, mientras aparecen los movimientos fascistas en Francia y en Europa.
En España, en julio de 1936, los militares se sublevan contra la República. El general Francisco Franco Bahamonde encabeza las operaciones, junto con los generales Mola y Sanjurjo. El gobierno francés está dividido sobre la política que deben seguir ante la situación española. Léon Blum consigue que el Consejo de ministros adopte el principio de una «convención internacional de no injerencia». En septiembre, 27 países han reaccionado favorablemente a esta convención. Entre ellos se cuentan Italia y Alemania, que, al mismo tiempo, proporcionan armas a la junta militar. En el mes de octubre, empieza la batalla de Madrid. Los nacionales creían que la toma de la ciudad iba a ser rápida, pero se encuentran con una resistencia feroz. Los defensores republicanos reciben el apoyo de los primeros elementos de las Brigadas Internacionales. De un total de 35.000 miembros (alemanes, italianos, ingleses, etc.), cerca de 10.000 son franceses. A partir del otoño de 1937, cuando las Brigadas han sufrido unas pérdidas considerables, los españoles serían mayoritarios. Muchos se unirían después a la Resistencia francesa.
[1] Archivos de la Prefectura de Policía, op.cit.
[2] Archivos de la Prefectura de París, dossier Ruiz Pablo Picasso, IC 5_74664. Encontramos informaciones relativas a Picasso en los archivos de la Dirección de la Policía General, servicio de extranjería (IC 5_74664) y en los del Servicio de Inteligencia francés (GA 230_204648).