Xavier Vilato, sobrino nieto de Kahnweiler, relata durante una visita al Museo de Barcelona, el ambiente alegre y creativo de los "Domingos de Boulogne" organizados por Kahnweiler, que se prolongaron desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta la muerte de Juan Gris. Evoca los recuerdos de su juventud, la erudición de Kahnweiler, los artistas que vinieron, pintores, escultores y escritores, y por supuesto, su papel como marchante de Picasso.