La exposición «Picasso poeta» en el Musée national Picasso-Paris.

El Musée national Picasso-Paris presenta una exposición en la que se desvelan en todo su esplendor los escritos de Picasso. Pequeña y apretada o suntuosamente sinuosa, la grafía del artista pone de manifiesto su humor del momento. Su mente vaga sobre el papel o anota febrilmente pensamientos e ideas para no olvidarlas. Picasso considera la escritura como parte de un todo junto a las otras formas de expresión artística. La explora, la envuelve o la rodea, la tacha o la subraya y a veces la dibuja. No le preocupa la puntuación, pero cuida los espacios y los «vacíos». Picasso, el escritor, se burla del significado de las palabras, pero les atribuye emociones.  

Este es el conjunto que muestra la exposición «Picasso poeta». La voz de Robin Renucci, cálida y profunda, y la del amigo de siempre, el fiel Jaime Sabartés, acompañan al visitante en la lectura de algunos de los aproximadamente 350 poemas creados por el artista desde 1935, en francés o en su lengua materna. Ahora sabemos del gran interés del artista por la literatura y la escritura, que se manifestó muy pronto en su vida, mucho antes de que empezara a practicar regularmente el juego de la escritura.

En cuadernos, hojas sueltas, bellos papeles (hojas de papel Arches dobladas por la mitad) o pedacitos de papel, anota versos o relatos, series y variaciones, poemas rimados o en estrofas. Escribe sobre sus temas predilectos, desvela su mundo interior, una mezcla de negrura y amor por la vida, de desesperanza y optimismo. Cuando empieza a componer estos poemas, su situación personal es complicada: está en crisis con su pareja, su amante secreta, Marie-Thérèse, está a punto de dar a luz una niña y se rumorea que está pensando dejar la pintura… Su pintura nos aporta ciertas claves para entender su poesía, en la que expresa sus sentimientos más profundos. Por su parte, la poesía expresa lo que la pintura no dice.

Picasso se preocupa tanto de la tipografía como de la puesta en escena de las palabras, de la belleza de la escritura, de la caligrafía, de la disposición visual de palabras y frases o de las formas de letras inventadas. Su escritura sigue su evolución tanto intelectual como personal. Realiza dibujos-poema que serán el germen de futuros cuadros. El artista declaró a Roland Penrose: «Se puede escribir una pintura como se pueden pintar sensaciones en un poema».[1] La exposición ha sido concebida como un diálogo fecundo entre la pintura y los escritos, una extensión de su expresión plástica.

La muestra recoge asimismo los años de sufrimiento, a partir de 1937, cuando Picasso sigue desde lejos los desastres de la guerra española y su nueva compañera, Dora Maar, aparece sufriente en Femme qui pleure. El recorrido también evoca sus relaciones con el surrealismo, aunque Picasso se defendiera de haber recurrido a la escritura automática, argumentando que en él no era nada «calculado» sino una manifestación innata de su talento.

Más tarde, al acabar la guerra, nos reencontramos con el Picasso grabador, que combina armoniosamente poesía y litografía.  

 

«Picasso poeta», comisariada por Marie-Laure Bernadac y Androula Michael. Exposición presentada en el Museo Picasso de Barcelona, del 7 de noviembre de 2019 al 23 de febrero de 2020, y luego en el Musée national Picasso-Paris, del 21 de julio de 2020 hasta el 3 de enero de 2021.

 

[1] Citado en Roland Penrose, Picasso, París, Flammarion, 1982.

Pablo Picasso,  Femme devant un dressoir et poèmes en français,  Feuille pliée en deux, recto, 10 avril 1936.
Pablo Picasso, Femme devant un dressoir et poèmes en français, Feuille pliée en deux, recto, 10 avril 1936.
Musée national Picasso-Paris.
Photo RMN-Grand Palais/Musée national Picasso-Paris, Béatrice Hatala.
© Succession Picasso 2020.