Suzanne Douly (1905-1974) estudió cerámica y decoración en la escuela de Bellas Artes de Lyon entre 1922 y 1926 y obtuvo el Premio Trienal del Ministerio de Industria. Comenzó como diseñadora textil en la empresa Gilet et Tahon, de Lyon. Fue allí donde conoció a Georges Ramié (1901-1976), con quien se casó y se trasladó en 1938 a Vallauris. Allí acabó su formación junto al alfarero tradicional Jean-Baptiste Chiapello. En 1939, al ser requisado su taller para el acantonamiento de tropas, volvió a Lyon donde realizó una exposición cuyo éxito le reafirmó en la opción que había elegido. Continuó trabajando con su marido, firmando a partir de entonces todas sus obras como Madoura, acrónimo de Maison Douly et Ramié.
Aunque Suzanne Ramié inició su carrera, al igual que muchos de sus colegas, haciendo cerámica utilitaria, no tardó en evolucionar hacia formas más fantasiosas. La cerámica, soporte de sus creaciones artísticas, le permitía producir piezas muy alejadas de la estética de su tiempo. Depuradas, sin ornamentación, originales, todo en ellas iba a contracorriente de la línea tradicional de su medio. Trabajaba los materiales y los esmaltes y se inspiraba en la cerámica arcaica, especialmente en la precolombina, un ámbito que conocía bien y le atraía especialmente. Más tarde, en los años setenta, el trabajo de Suzanne Ramié evolucionaría hacia piezas esculturales y geométricas. A partir de 1946, Madoura estará presente en todos los grandes acontecimientos culturales de la región, especialmente en los de Vallauris (Hall du Nérolium).
Picasso captó la atmósfera del taller: la elección de Madoura para realizar su obra cerámica (unas 3.500 piezas originales y 600 ediciones) fue la consecuencia de su encuentro con Suzanne Ramié, cuya singularidad apreció de inmediato. En la nota dedicada a las diecinueve cerámicas de la donación Jacqueline Picasso, podemos leer que «el encuentro con Madoura abre a Picasso el horizonte de un nuevo “oficio”: el pintor, escultor, dibujante y grabador será también ceramista. Pero lo será a su manera, como pintor, escultor, dibujante y grabador, utilizando los materiales que el alfarero pone a su disposición, […] de la producción del taller».
Suzanne Ramié enseñó a Picasso las técnicas tradicionales que utilizaba para cocer y esmaltar el barro. Y Picasso, «que quería hacer todo con todo», aprovechó también la oportunidad para apropiarse de todo lo que había en el taller: restos, piezas defectuosas, pruebas, ladrillos mellados…. Para la producción de las ediciones cerámicas de Picasso, en Madoura se utilizaban dos procesos: el primero permitía una reproducción limitada utilizando un molde de yeso, mientras el segundo consistía en producir réplicas auténticas de una pieza original hecha por el artista.
La presencia de Picasso en Vallauris en 1948 supuso para el taller su salto a la fama, pero también la paralización de su producción habitual. Dominique Sassi, ceramista de Madoura que trabajó veinte años en la producción de obras cerámicas de Picasso, contaba: «Se arriesgaba y lo conseguía. Todo tenía que romperse, burbujear, gotear durante la cocción. […] Todo funcionaba y era maravilloso […] Picasso hacía posible lo prohibido».
Suzanne Ramié, sin embargo, nunca abandonó su propia creación. Para no competir con el maestro, solo utilizaba esmaltes monocromos que fueron variando según la época: blanco, amarillo intenso, azul profundo, naranja. Picasso y Suzanne Ramié mantuvieron un diálogo a través de sus obras: los jarrones monocromos de Suzanne asoman en las piezas coloreadas y «sexuadas» ejecutadas por Picasso. Recordemos que fue a través de Suzanne que Picasso conoció a la sobrina de esta, Jacqueline, quien acabaría convirtiéndose en su esposa. Picasso frecuentó el taller hasta 1961, fecha de su traslado a Notre-Dame-De-Vie. Pero su relación con Suzanne Ramié perduró hasta su muerte.
La Poterie Madoura acogió también en los años cincuenta y sesenta a otro buen número de artistas, entre ellos, Marc Chagall, Victor Brauner, Tsuguharu Foujita e incluso Henri Matisse.
Suzanne Ramié recibió en 1953 la condecoración de Caballero de la Legión de Honor.