Para Picasso, como para Delacroix, la belleza y los tormentos de Argelia

            La guerra de Argelia (1954-1962) supuso un episodio capital en la historia contemporánea tanto de Francia como de Argelia. En 1954, Argelia estaba constituida por tres departamentos franceses. Su territorio llevaba ciento treinta años vinculado a Francia y el gobierno francés rechazaba cualquier forma de «secesión». Pero los argelinos musulmanes eran falsos ciudadanos que, desde 1947, votaban en un colegio electoral distinto del de los europeos. El principio de igualdad, «un hombre, un voto», no se respetaba. Una proporción cada vez mayor de los argelinos musulmanes compartía la aspiración a la independencia. Las tensiones entre los dos países eran palpables. En Túnez y Marruecos, ambos al borde de la insurrección general desde hacía tres años, se venía perfilando una evolución hacia la autonomía; solo Argelia parecía tranquila. Sin embargo, la noche del 31 de octubre de 1954 se produjeron por todo el país explosiones, incendios y ataques a comisarías reivindicados por el FLN (Frente de Liberación Nacional). Así fue como comenzó la guerra en Argelia[1]. A pesar del impulso que, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, al estimular el crecimiento y el desarrollo económico, permitió a los franceses recuperar un nivel de vida decente tras unos años oscuros y difíciles (aunque fueron muchos los que no se beneficiaron de esa mejora, lo que acabó provocando conflictos sociales históricos); a pesar también de la reconstrucción del país y de la descolonización, el ambiente general y la inestabilidad de los gobiernos pesaron enormemente sobre el país. Picasso, que nunca sabía lo que iba a pintar al día siguiente («si ya sabes exactamente lo que vas a hacer, ¿qué sentido tiene hacerlo?»[2]) se inspiraba tanto en la belleza como en el sufrimiento de su entorno y en la agitación partidista de su época.

            Fue en ese contexto particular que Picasso compuso las series de Variations sobre obras de grandes maestros. Numerosos historiadores del arte han establecido una indudable conexión entre los acontecimientos de Argelia y las Variations sobre cuadros de Delacroix, aunque el artista nunca se pronunció claramente al respecto[3]. De hecho «abordó» no solo la obra de Delacroix, sino también la de Velázquez y la de Manet. La primera serie comprendía las quince pinturas sobre Femmes d’Alger; luego llegaría, en 1957, la de Las Meninas basada en Velázquez y finalmente la de Le Déjeuner sur l’herbe basada en Manet (entre 1959 y 1961). Realizó pinturas, que concebía como un conjunto, y numerosos bocetos preparatorios.

 

[1] Ver el artículo de Benjamin Stora, «Guerre d'Algérie» en Encyclopædia Universalis [s.d.]. Disponible en: https://www.universalis-edu.com/encyclopedie/guerre-d-algerie/.

[2] Conversación con Christian Zervos, Cahiers d’art, 1935.

[3] Ver, en relación con este tema, el trabajo de Amanda Beresford, Washington University in St. Louis, Picasso’s Les Femmes d’Alger series (1954-55) and the Algerian War of Independence, The Journal of the Western Society for French History, 2015, disponible en internet.

Picasso, Les Femmes d’Algiers, versión O 1955.
Colección particular.
Picasso, Les Femmes d’Algiers, versión F, 1955.
Colección particular.