Picasso : la alianza entre la temporalidad y la espacialidad

Esta presencia simultánea de las vistas mutuamente excluyentes, esta implicación de la una dentro de la otra, esta contracción en un solo acto perceptivo de todo un proceso de visibilidad posible... todas ellas conforman la originalidad de la profundidad de la figura analítica. En sus Conversaciones con Zervos, Picasso declara que una obra no se construye por la suma de elementos heterogéneos sobre un mismo y único plano, que no cambia al pasar por distintos planos[1]. La imagen analítica es la que Bergson denomina «la representación de una multiplicidad de penetración mutua», que es totalmente distinta de la multiplicidad numérica. La imagen analítica es la presentación de una duración heterogénea, cualitativa, creadora. Como dice Picasso a Zervos, una obra no cambia fundamentalmente, pues la visión inicial del artista apenas se modifica. Esta visión señala el punto de donde ha partido el artista y adonde regresa constantemente[2]. La comprensión de una imagen así exige al espectador un esfuerzo enorme, la ruptura de muchos marcos, algo así como un nuevo método cognitivo.

La no distinción del tiempo y del espacio, en esta coexistencia que los une, significa que las dos vistas pertenecen al mismo flujo temporal.

En el Retrato de Gertrude Stein, pintado antes de la época analítica, Picasso estaba muy interesado en captar la esencia duradera de su modelo. El escritor afirma «for me it is I, and it is only reproduction of me which is always I for me»[3]. En resumen, en la percepción actual de su modelo, Picasso incluye otras capturas pictóricas de esta misma modelo realizadas en momentos distintos del pasado.

 

[1] Véanse al respecto las consideraciones de Henri Bergson en Matière et mémoire: Essai sur la relation du Corps et de l'Esprit, Félix Alcan, París, 1896, págs. 114-116, en André Robinet, Œuvres, Édition du centenaire, Presses Universitaires de France, París, 1959, págs. 249-51 y «L’effort intellectuel», in L’énergie spirituelle. Essais et conférences. Textes et conférences publiés entre 1901 et 1913, Félix Alcan, París, 1919, págs. 166-167, en André Robinet, Œuvres complètes, Presses Universitaire Française, París, 1959, págs. 940-941. V. también les Gilles Deleuze, «Du souvenir aux rêves. Troisième commentaire de Bergson», en L’Image Temps, Cinéma 2, París, 1985, cap. 3, p. 62.

[2] Como dice Bergson a Höffding, «La representación de una multiplicidad de penetración mutua, totalmente distinta de la multiplicidad numérica, la representación de una duración heterogénea, cualitativa, creadora, es el punto del que yo he partido y al que regreso constantemente». En Henri Bergson, Ecrits et paroles, Tomo III, París, Presses universitaires de France, 1959, págs. 456-457.

[3] Gertrude Stein, Autobiographie d’Alice Toklas, cit., reed. en Writings 1902-1932, The Library of America, Nueva York, 1998, p. 713.

Picasso, Buste de femme, 1909/10
Picasso, mujer sentada en una silla, 1909